En Clínica Ibaseta siempre os recordamos que la prevención es la mejor arma contra las enfermedades bucodentales. Por eso incidimos en la necesidad de realizar visitas al dentista con regularidad. Sin embargo, los estudios indican que más del 25% de la población tiene miedo a las revisiones odontológicas, dejando su salud oral en segundo plano.
La odontofobia es una de las patologías que más nos preocupan, sobre todo en los más pequeños, ya que este miedo pueda evitar que en el futuro asista a revisiones que puedan prevenir enfermedades y posibles complicaciones graves. Por ello, hoy en este post de blog queremos daros unas pautas para que la visita al dentista de los más pequeños sea un éxito asegurado.
La experiencia…
Lo primero que debemos tener en cuenta es que la experiencia en la clínica dental debe ser agradable, así que no esperes a que tu hijo presente una afección grave que requiera de un encuentro traumático, acelerado y estresante para él. Llévalo para una revisión ordinaria y asegúrate de que desde casa la aventura empieza con total normalidad.
¿Qué debo hacer y qué no debo hacer?
- Sé un ejemplo para ellos. El miedo puede transmitirse. Si tú también experimentas miedo, es probable que les transmitas tu inseguridad. Asegúrate de estar tranquilo y relajado cuando le comentes a dónde va. Así como le hablas de ir al parque o al supermercado, refiérete a la cita como algo común.
- Evita comentarios negativos. No amenaces a tus hijos con una visita al dentista, ni le hagas comentarios en los que se reflejen palabras como dolor: «se te caerán los dientes», «el dentista va a reñirte», «si te portas mal irás al dentista»… No le estás ayudando, solo genera más ansiedad y estrés y no querrá acudir a la visita.
- No entres a la sala con ellos. Evita sobreprotegerlo. Algunos estudios han destacado que los niños se comportan de manera muy distinta en presencia de sus padres. Que no estés con ellos dentro no significa que lo abandones, sé asertivo y coméntale que le esperarás fuera.
- Evita pedir cita cuando sepas que hay algo importante para él en su agenda. Tus hijos entenderán mejor una visita normal, que si sustituyes algo divertido por la visita al dentista.
- Haz comentarios positivos. Hablar positivamente del dentista será de gran ayuda. Haz hincapié en frases como “van a enseñarte a cuidar de tus dientes” o “van a cuidar de tu salud”.
- Y sobre todo, elige una clínica donde sepas que el trato es personalizado y se atiende de forma especial a los niños. Una mala atención, aunque el inicio de la experiencia sea bueno, puede estropearlo todo.
Fácil, ¿verdad? Estos consejos ayudarán a que tus hijos acudan al dentista sin miedo y con ganas. En Clínica Ibaseta cuidamos la salud oral de los más pequeños ofreciendo un trato exquisito y dándoles la mejor experiencia para que sus próximas visitas las hagan con gusto.
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